En el Alto Valle, a la floración y las curas frutales se suman el viento y la amplitud térmica
Entonces las rosáceas se tornan reactivas. Y acá es necesario volver a lo fundamental: limpiar, hidratar y proteger.
Una piel limpia de agentes contaminantes (polen, polvo, detritos, etc.) siempre va a estar
mejor.
Hidratar, el agua es necesaria para que las funciones de la piel se lleven a cabo. Entonces, además de tomar agua, es necesario aplicar fórmulas cosméticas que mantengan el agua en la piel y que, además, sumen descongestión.
Y finalmente, proteger: el uso del protector solar tiene un gran efecto anti radicales libres y su uso continuo modula las reacciones de la piel ante los cambios de espacios adentro/ afuera.
Entonces con algunos ajustes en la rutina de skin care, un adecuado abordaje en el gabinete y de ser necesario la consulta con tu dermatóloga, y siempre una dieta antiinflamatoria… podes: