Doble limpieza: el secreto para una piel radiante

Limpieza, el gesto esencial: descubre la doble limpieza facial y transforma tu piel

La doble limpieza facial es una técnica de cuidado de la piel originaria de Japón y Corea del Sur que ha ganado popularidad mundial gracias a sus beneficios para la salud y apariencia de la piel. Este método implica el uso de dos tipos de limpiadores en dos pasos consecutivos, asegurando una limpieza profunda y efectiva.​


¿En qué consiste la doble limpieza?

  1. Primer paso: limpiador a base de aceite
    Se utiliza un limpiador oleoso, como aceites limpiadores o bálsamos desmaquillantes, que son efectivos para disolver maquillaje, protector solar y exceso de sebo, eliminando las impurezas liposolubles que se acumulan en la piel.
  2. Segundo paso: limpiador a base de agua
    Se aplica un limpiador acuoso, como geles o espumas, que ayuda a eliminar las impurezas hidrosolubles, como el sudor y los residuos ambientales. Este paso garantiza que la piel quede completamente limpia y preparada para absorber mejor los productos de cuidado posteriores.

Beneficios de la doble limpieza

  • Limpieza profunda: Al abordar diferentes tipos de impurezas en dos etapas, se logra una limpieza más completa, reduciendo la obstrucción de poros y previniendo brotes de acné.​
  • Mejora la eficacia de los tratamientos: Una piel libre de impurezas puede absorber mejor los ingredientes activos de los productos de cuidado, potenciando sus efectos.​
  • Mantiene el equilibrio de la piel: Al elegir limpiadores adecuados para tu tipo de piel, se evita la irritación y se mantiene la barrera natural de la piel en óptimas condiciones.​

¿Para quién es recomendable?

La doble limpieza es especialmente beneficiosa para quienes utilizan maquillaje o protector solar a diario, así como para personas con piel grasa o propensa al acné. Sin embargo, también es adecuada para pieles secas o sensibles, siempre que se elijan productos suaves y adecuados para cada tipo de piel.​


Consejos para una doble limpieza efectiva

  • Frecuencia: Realiza la doble limpieza principalmente en la rutina nocturna para eliminar las impurezas acumuladas durante el día.​
  • Temperatura del agua: Utiliza agua tibia para evitar la eliminación de los aceites naturales de la piel.​
  • Hidratación posterior: Después de la limpieza, aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel para mantener la barrera cutánea intacta.​

Incorporar la doble limpieza en tu rutina diaria puede ser un factor determinante para lograr una piel más saludable, equilibrada y radiante. Este gesto esencial no solo mejora la apariencia de la piel, sino que también potencia la eficacia de los tratamientos posteriores.​ Mis items preferidos: Aceite Limpiador e Iluminador de Ferés Moliere para el paso 1. Y para el paso 2, DOS 24, también de Ferés


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